5 Trampas y estafas que debes evitar al solicitar un préstamo personal

Los solicitantes en situaciones financieras vulnerables, son el target perfecto de prácticas de préstamos abusivos que han evolucionado para aprovecharse de ellos mientras se encuentran en una situación financiera precaria. A la larga, estos préstamos a menudo solo empeoran la situación, metiéndote en un ciclo que te lleva a pagar más intereses durante un periodo de tiempo más largo.

Las ofertas de préstamos falsos también pueden ser utilizadas por los estafadores para timarte con una cuota falsa, o incluso para obtener acceso a tu cuenta bancaria y tarjeta de crédito.

Pero hay una forma inteligente de esquivar estas balas. He aquí un rápido manual sobre cómo identificar (y evitar) algunas de las trampas y estafas más comunes en los préstamos personales.

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Préstamos sin verificación de crédito

Los préstamos sin verificación de crédito, o los préstamos de día de pago, pueden parecer una opción razonable si tu puntuación de crédito no está donde quieres, pero es mejor evitarlos, sobre todo si la empresa que los ofrece no es conocida o carece de buena reputación. Están diseñados para atrapar a los incautos, ofreciéndoles dinero rápido a tipos de interés muy altos.

Pagos mensuales increíblemente bajos

Algunas entidades quieren hacer hincapié en los pagos mensuales bajos. Por supuesto, todo el mundo preferiría pagar menos dinero en sus facturas cada mes, pero esto puede ser una trampa. “Pagos mensuales bajos” casi siempre significa un plazo más largo, es decir, más pagos, lo que se traduce en más intereses pagados a largo plazo. Unas mensualidades bajas con un tipo de interés alto acabarán costándote mucho más con el tiempo.

Cuotas por adelantado o requisitos de garantía

Cualquier comisión por adelantado en un préstamo personal suele ser una mala señal. Una estafa común es el “préstamo con comisión por adelantado”, en el que un tercero garantiza el acceso a los fondos independientemente de tu historial crediticio, pero exige una comisión de “tramitación” o “seguro” por adelantado.

Las entidades legítimas pueden exigir una cuota de solicitud o de tasación, pero nunca garantizarán el préstamo antes de que lo solicites, y las cuotas suelen cobrarse después de la concesión del préstamo. Una cuota por adelantado o la solicitud de una “garantía” (como tus datos bancarios) son signos reveladores de una estafa común.

Ofertas de préstamos no solicitados

Si recibes un correo electrónico de una empresa que no reconoces, ofreciendo tasas que parecen demasiado bajas para ser verdad: márcalo como spam. Se trata de una táctica habitual de phishing, en la que los estafadores tratan de obtener tu cuenta bancaria o número de tarjeta de crédito.

Esta práctica también adopta otras modalidades como el smishing, que consiste en estafas por mensajes de texto vía Whatsapp u otros servicios.

Pharming

Son los conocidos pop ups publicitarios que al clicar en ellos te llevan a una página web para robar tus datos personales. Suelen utilizar mensajes llamativos para atraer la atención de solicitantes de préstamos necesitados.

¡Cuidado al momento de solicitar un préstamo online!

Cualquier entidad financiera legítima en México estará avalada por la Condusef. Comprueba las credenciales de tu posible prestamista antes de dar cualquier información, y no respondas a ofertas de préstamo no solicitadas que recibas a través del correo electrónico, las redes sociales o las llamadas automáticas.

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