Si buscas “minimalismo” en Internet, encontrarás de todo, desde un movimiento artístico hasta un estilo de decoración o un tipo de armario cápsula. Esto se debe a que el concepto de minimalismo se puede aplicar fácilmente a diferentes aspectos de la vida.
A pesar de sus diferentes interpretaciones, en su esencia, el minimalismo consiste en vivir con menos. Por lo tanto, no es sorprendente que dentro del concepto de minimalismo haya algunas lecciones valiosas sobre finanzas personales.
Echemos un vistazo a las lecciones financieras del minimalismo.
La calidad siempre será más importante que la cantidad
Dado que el objetivo general del minimalismo es vivir con menos, la calidad marca una gran diferencia. En lugar de ir a por varios artículos de la opción más rápida y barata, céntrate en comprar un único artículo de la mejor calidad que puedas permitirte.
Aunque al principio pueda parecer contradictorio gastar más por adelantado, a la larga se compensará cuando el artículo dure más y funcione mejor que una opción barata y desechable.
Desorden y dinero en efectivo
Quienes practican el minimalismo consideran que el desorden es el enemigo por varias razones. No solo crea un caos visual y mental, sino que tener demasiadas cosas significa que tienes dinero invertido en cosas que no necesitas ni utilizas.
Aunque no aspires a un estilo de vida totalmente minimalista, adoptar acciones que te devuelvan el orden, y optar por la reventa de la ropa, el calzado, el material deportivo y otros artículos domésticos que no utilizas puede ayudarte a mantener tu espacio vital limpio y a la vez añadir unos ingresos extra.
La regla de “uno entra, uno sale”.
Esta regla esencial del minimalismo es la siguiente: cada vez que compres algo nuevo, tienes que deshacerte de algo que ya tengas de la misma categoría. Por ejemplo, si compras un par de zapatos, tienes que deshacerte de un par. No es gran cosa, ¿verdad?
No lo es al principio, cuando tienes un montón de cosas de las que te tienes que deshacer. Pero una vez que reduces la cantidad y te quedas solo con las cosas que realmente te gustan y usas, es más difícil elegir lo que tiene que desaparecer. El objetivo de esta regla es ayudarte a pensar mejor antes de comprar si realmente necesitas ese artículo, lo que al final combatirá el hábito de las compras impulsivas.
Reutilizar, reciclar y hacer varias cosas a la vez
Cuando se hace más con menos, tiene sentido centrarse en artículos que cumplan múltiples funciones. Procura comprar artículos o muebles para el hogar que puedan servir para varias cosas.
Busca cosas como una butaca con almacenamiento incorporado, o una cesta con una tabla de planchar adjunta. También querrás buscar formas de reutilizar artículos de los que normalmente te deshaces. Por ejemplo, cuando las toallas se desgasten, en lugar de tirarlas, utilízalas como trapos de limpieza.
Valora más las experiencias que las cosas
Muchos minimalistas hacen hincapié en crear experiencias, en lugar de adquirir cosas.
Si estás acostumbrado a comprar como un pasatiempo, puede ser un reto cambiar tu mentalidad para comprar solo lo necesario (en lugar de una actividad recreativa).
Pero cuando liberes el tiempo y el dinero que dedicas a las compras para hacer cosas como viajar o aprender una nueva habilidad, descubrirás que vivir con menos te permite hacer más, en lugar de simplemente adquirir más.